Preguntas frecuentes

Sí, pero exige método y constancia. No se trata de estudiar más horas, sino de estudiar bien. Nuestros programas están diseñados para quienes compaginan el estudio con otras responsabilidades, tenemos un porcentaje muy elevado de alumnos que estudian y trabajan al mismo tiempo.

La regularidad y la práctica constante. Quien mantiene un ritmo estable, resuelve dudas y aprende de sus errores (test, tutorías,...), llega al examen con una base sólida y confianza en sí mismo.

Es bastante habitual. Lo importante es retomar el ritmo cuanto antes. Divide el temario en objetivos pequeños, revisa tus progresos y apóyate en los tutores o en el grupo de estudio. Cada paso, por pequeño que sea, te mantiene avanzando.

Cuando dominas la mayoría de los temas, controlas tus errores en los test y eres capaz de mantener resultados estables en los simulacros. En las oposiciones no se trata de sentirse 'listo', sino de ser constante y eficaz.

Por supuesto. Cada intento es una inversión en conocimiento, confianza y técnica. Muchos opositores aprueban en su segundo proceso con menos esfuerzo del que imaginaban. El progreso real nunca se pierde.

Entrenando la rutina. Los simulacros, repasos cortos y descansos controlados ayudan a reducir la ansiedad. La seguridad no se improvisa, se construye en la práctica diaria, la calma llega sola cuando has hecho el trabajo.

Porque las oposiciones no se ganan por talento, sino por tiempo acumulado de estudio. Empezar antes te permite repasar más veces, interiorizar la normativa y llegar con ventaja. Es la única estrategia que depende exclusivamente de ti.